“Cuando un niño muere de hambre en el mundo, él o ella han sido asesinados.”
Jean Ziegler (ex relator especial de la ONU para el derecho a la alimentación)
Los niños y las niñas del mundo empobrecido caen muertos de hambre y sed en una espiral de miseria y desolación que no tiene fin. Soportan la expoliación del capital, el robo de recursos de países enteros gobernados por políticos títeres al servicio del imperio, de la banca y de la mafia organizada del Fondo Monetario Internacional. El capitalismo no tiene escrúpulos y sus democracias burguesas no condenan la muerte de tantos inocentes, eso no da votos ni infunde miedo entre la población, no salen a la calle, no lanzan un “Basta Ya” porque no les interesa que se conozcan sus crímenes, el tremendo genocidio que supone asesinar por inanición a millones de seres humanos.
Gustavo Duch Guillot, Director de Veterinarios Sin Fronteras afirmó en un artículo del año 2008, que “salvar el capitalismo viene a costar unos 700.000 millones de dólares. ¿Cuánto cuesta salvar a los condenados por el capitalismo?: aproximadamente la mitad de la mitad de la mitad de la mitad. Es decir, con unos 30.000 millones de dólares anuales, la Organización Mundial de la Alimentación calcula que se podría garantizar la alimentación de los países más golpeados por la crisis alimentaria actual”. Palabras contundentes en unos años de crisis capitalista y globalización económica para beneficio de las grandes fortunas del planeta, mientras más de mil millones de personas (uno de cada siete seres humanos) pasan hambre viendo desde sus chabolas y chozas con techos de cartón como el mundo enriquecido desperdicia y destruye más de 1.300 toneladas de alimentos cada año, que de ser divididos bienintencionadamente le correspondería a cada hambrient@ 1,3 toneladas de comida reutilizada.
Está situación de hambre en el planeta va en aumento gracias al robo de la propiedad de la tierra en manos de terratenientes y multinacionales, por ejemplo en Guatemala, menos del 8% de los productores agrícolas se reparten el 80% de la tierra y en Brasil la mitad del campo está controlado por el 1% de la población. Según Intermon Oxfam en su estudio “Cultivar un futuro mejor”, “la desigualdad en el acceso a la tierra, perpetuada por gobiernos y empresas, es uno de los factores que están empujando al abismo al sistema alimentario mundial. […]”.
La crisis alimentaria no se va a quedar solo en los llamados países en vías de desarrollo sino que ya está presente en los países más poderosos, por ejemplo solo en Estados Unidos se calcula que 39 millones de norteamericanos, incluyendo más de 13 millones de niñ@s, padecen hambre o desnutrición, sin embargo siguen siendo los pueblos del sur los más saqueados y esquilmados por el capital, victimas del neocolonialismo, de la depredación de los recursos naturales, de la explotación del trabajo y de las políticas económicas neoliberales impuestas por el Norte.
Esta catástrofe humanitaria mundial sin parangón en la historia tiene culpables directos que desarrollan sus fechorías desde los gobiernos del capitalismo, grandes corporaciones y bancos, con el único objetivo de seguir robando el patrimonio de los pueblos, matando de hambre a quien no puede pagar el alto precio especulativo de los alimentos.
cuando puedas ven a recojer un premio en mi blog
http://wwwelsilenciodeloscorderos.blogspot.com/