La acción solidaria de este 28 de octubre en el acto electoral de Rubalcaba no tenía que ser desalojada de esa forma, con tanto desprecio al sufrimiento y el drama de un pueblo victima de la invasión de un territorio soberano. Los empujones y golpes a los activistas por parte de cargos públicos tinerfeños, los gritos de un público enfervorizado con las banderas del puño y la rosa en alto daban autentico asco, parecían más propias de un partido de la ultraderecha que de una fuerza política que se define como progresista y con talante democrático. Nada que ver con la actitud de otros lideres de este partido que en el pasado acudían a los campos de refugiados de Tinduf apoyando la causa de este pueblo sometido.
Los cuervos se han comido lo que quedaba de puro y solidario en este partido, ya solo se piensa en gobernar sea como sea, hasta con puñetazos contra gente honrada, para seguir recortando el bienestar de la clase trabajadora y beneficiando a la banca, al imperio genocida de Norteamérica o a tiranos que como Mohamed VI promueven la tortura, las desapariciones y la muerte de miles de saharauis.
Seguro que cuando estén en la oposición después del 20N se arrimarán otra vez a manifestaciones y causas justas intentando volver de nuevo al poder, para continuar con su política de derechas en defensa de sus oscuros intereses económicos, utilizando a su policía encapuchada para reventar y reprimir manifestaciones del 15M, asaltar viviendas sin orden judicial de madrugada, ilegalizar actos públicos, perseguir y criminalizar a raperos y luchadores anticapitalistas. Volverán a golpearnos cuando pidamos derechos o justicia y se quedarán tan panchos. La muestra la tenemos en este acto electoral del domingo donde un grupo de fanáticos del PSOE aplastaron, mientras Rubalcaba bromeaba, la dignidad y la lucha de un pueblo heroico.
Más historias
Aprendices de dragones
Chinches
Memoria de Juan