8 diciembre 2023

Escenificación de la maldad

La
monarquía borbónica y su rey Felipe VI viaja de nuevo a Arabia Saudita, la
brutal dictadura degolladora de cabezas, buena “amiga” de una Casa Real
española desprestigiada, cada día más cuestionada por su pueblo, en el punto de
mira internacional por los escándalos de corrupción de varios de sus miembros.
Un régimen español con cifras espeluznantes de hambre infantil, desahucios,
desempleo, cientos de miles de muertes de personas dependientes abandonadas por
el gobierno, suicidios masivos por razones económicas, más de 25.000 en los últimos
cuatro años, una situación social que ya tendría que haber estallado e
incendiado las calles, pero que el poder con sus medios de alienación
televisivos logra aplacar con mentiras y manipulación constante.

La
vergüenza internacional del apoyo del rey de España a la criminal monarquía de
los jeques asesinos no tiene parangón, gran parte de la comunidad internacional
y organizaciones de derechos humanos de todo el mundo cuestionan sus métodos,
la represión brutal que ejerce contra su pueblo, las ejecuciones constantes,
violaciones de derechos humanos, vejaciones a las mujeres que ni siquiera
pueden conducir un vehículo, con un sistema de tutela que las obliga a pedir
consentimiento de todo a los hombres.

El
wahabismo es la ideología que el reino saudita ejerce y ha exportado, una forma
estricta y ultra conservadora del islamismo, que muchos expertos afirman que es
la vertiente y “madre ideológica” del Estado Islámico y, anteriormente, de al
 Qaeda, ayudando a conseguir reclutas para
estas organizaciones terroristas, “extrañamente” vinculadas a la CIA y al
servicio secreto israelita.

Las
recientes 47 ejecuciones en Riad por el sistema literal y extremadamente cruel de
“cortar cabezas”, viene a confirmar que este país del Gofo Pérsico funciona
bajo parámetros criminales, algo que parece no incordiar ni molestar al rey
español, que acude presuroso a este nuevo encuentro con los que llama sus “hermanos”,
para seguir estrechando las “cálidas relaciones”, según dice el saliente y
vergonzoso gobierno del PP, que no dudaba en calificar como “dictadura” al
anterior gobierno venezolano, pero que se baja los pantalones y le hace
reverencias a un estado terrorista.

La
riqueza petrolera de la dictadura saudita y su alto nivel de inversiones en los
grandes centros financieros del planeta tapan toda la sangre derramada, un
clientelismo que persiste y que compensa al ser uno de los mayores compradores
de armamento en el mundo, tanto de los Estados Unidos como de Europa Occidental.


El
buen “amigo” del Borbón el rey Salman bin Abdulaziz, está denunciado internacionalmente
por Amnistía Internacional y otras organizaciones, no solo por la aplicación de
las ejecuciones, sino por todo tipo de penas crueles e inhumanas, la persecución
de activistas de derechos humanos, la prohibición de concentraciones públicas,
la discriminación sistemática de la mujer, la tortura de los detenidos, las
deportaciones masivas de trabajadores inmigrantes, etc.

La
monarquía española y su gobierno avergüenzan de nuevo a las personas de bien
del mundo, su rey se dará sus banquetes estos días con la sanguinaria familia
real saudita ¿Cuál será su tema de conversación? ¿Qué opinarán de sus pueblos desde
la opulencia y la tiranía? Sus niveles de hipocresía superan todos los límites
en pleno siglo XXI desde su medieval estilo de vida, basado en el
enriquecimiento a costa de la miseria, el dolor y el sufrimiento ciudadano.

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