En estos tiempos de crisis donde la clase obrera debe estar más unida que nunca ante los abusos de la banca y la patronal, se sacan de la manga una petición que perjudica y pone en peligro el puesto de trabajo de cerca de 1500 trabajadores/as. Una postura verdaderamente rastrera y que solo busca el beneficio propio pisando la cabeza y la dignidad de la mayoría del personal municipal de esta ciudad.
Hay sugerencias que podrían ser lógicas, como la reestructuración y organización del personal, la disminución de cargos de confianza, hasta la posible reducción de sueldos en un momento puntual de falta de liquidez presupuestaria podría ser negociable, pero lo que resulta absolutamente inadmisible es que se pida el despido de parte del personal para que la policía local tenga privilegios sobre el resto de compañeros/as.
Debemos evitar la rapiña más egoísta como salida en unos momentos de enorme gravedad en el terreno laboral. La única estrategia posible es la unidad, lo contrario sería entrar en dinámicas más cercanas al amarillismo sindical más barriobajero que a la defensa de los derechos de la clase trabajadora.
¿que se puede esperar de trozos de carne con ojos que su trabajo consiste en proteger a banqueros y politicos?