La mentira mediática

Imágenes de niños asesinados en Siria que en verdad son victimas de misiles sionistas contra el pueblo palestino, manipulación en Grecia falseando cifras de las manifestaciones contra la rapiña de sus gobernantes y los acuerdos con la «troika». Violentas movilizaciones contra los gobiernos de Irán, Cuba, Venezuela, que luego se demuestra que fueron un montaje realizado en otro lugar. Un largo etcétera de mentiras que nos ofrecen los medios de desinformación masivos, siempre para beneficio del poder y el dinero con el objetivo claro de engañar a los pueblos, de hacerles creer la sarta de mentiras generadas desde oscuros despachos de banqueros y políticos mafiosos, ladrones de sueños a sueldo de parlamentos, gobiernos y grandes corporaciones.

Un alto porcentaje de las noticias que nos llegan desde las agencias de prensa, que vemos en los telediarios o periódicos son verdaderas falsas creadas para tumbar gobiernos enemigos, para quedarse con los recursos de países soberanos, tinglados mediáticos que solo persiguen seguir alienando las mentes libres, metiéndonos por los ojos lo que le interesa al sistema capitalista para seguir esquilmando este desgraciado planeta, asesinando cada día a millones de niños y niñas de hambre y sed.

La estrategia manipuladora de los medios trata de que veamos bien que nos recorten derechos históricos, que nos sintamos culpables de esta invención de crisis para pagarla con nuestras escasas ganancias, privatizando la sanidad o la educación, mientras una cohorte de sinvergüenzas ganan sueldazos ocupando cargos públicos y millones de personas sufren de desempleo, desahucios y miseria.

Pero claro lo que dice la “caja tonta” siempre es la “verdad”, la nueva biblia de los tiempos modernos que nunca miente, la que hace que nos sintamos felices o tristes, la que sustituyó las reuniones familiares, los encuentros vecinales en las calles charlando hasta altas horas de la noche. Ahora este invento ocupa un lugar privilegiado en cada hogar, preside cada espacio de nuestras vidas, lanza sus proclamas y falacias para dejarnos sin voz y sin capacidad de pensar y revolucionar nuestros corazones.