Las muertas en Ciudad Juárez, en Chihuahua, en todo México las pone el pueblo y el presidente Calderón sigue impune y cómplice de las mafias asesinas. Matar por matar imponiendo el régimen de la sombra y el terror, mientras las «democracias» occidentales lo aplauden y defienden. Si esto pasara en Cuba o Venezuela cuanto tendríamos que aguantar en los telediarios del sistema, como criminalizarían, acusarían, perseguirían y hasta declararían la guerra movilizando a sus bombarderos criminales. Los mismos que han arrasado por Libia y se preparan para destruir el territorio libre de Siria, la soberanía de Irán y cualquier país que sepa decir no a los dictados de los poderosos.
Las mujeres mexicanas son aves libres, un simbolo de amor y ternura solidaria. Estamos con ellas y con la lucha de su pueblo hasta el fin de la barbarie.
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