8 junio 2023

PPSOE la sombra siniestra del Partido Único

Las contundentes
derrotas del PSOE en Galicia y Euskal Herria no consiguieron que el ínclito Rubalcaba
haya dimitido. Parece que a la dirigencia de este partido antes socialista y
obrero, ahora muy español, les importa un bledo seguir de bisagra del PP, como
esperando el momento de volver a gobernar cuando se les acabe el chance a sus
amigotes de la otra derechona,  en una
suerte de intercambio de poder, de un bipartidismo que cada día se parece más a
un partido único que engaña, que miente, que manipula cada cuatro años a un
electorado que desconoce lo que se cuece en los despachos de estos conspicuos
defensores del régimen.
 
Estas dos fuerzas políticas
modificaron la Constitución Española sin contar con el pueblo para poder seguir
recortando derechos, siempre juntos, unidos en sus cocteles y fiestas de las
fuerzas armadas y otros saraos y banquetes criminalizan a toda persona que se
movilice, que rodee esa cueva del dinero y el lujo llamada Congreso de los Diputados. No
consienten que nadie cuestione su siniestro estatus de herederos de una
vergüenza de transición,  que dejó en las
cunetas a cientos de miles de defensores de la verdadera democracia, aquella
que hace que sus gobiernos gobiernen por y para el pueblo y no para la
delincuencia financiera, para las ambiciosas y egoistas grandes fortunas que son las únicas
beneficiarias de los recortes sociales, de la privatización de la sanidad, de
que en Catalunya la primera causa de muerte ya sea el suicidio, de que haya
casi tres millones de niños y niñas bajo el umbral de la pobreza en el estado
español, de que solo en Canarias uno de cada tres menores de edad sufra desnutrición.
 
El PPSOE como ya muchos
lo llaman, el partido único de los millonarios y bankieros que se reparte el
poder cada cierto tiempo, que se monta broncas y discusiones fingidas en los
plenos del Parlamento, para luego tomarse juntos el café, los licores y las
risas, humillando a las millones de familias que ya no perciben ningún ingreso
ni ayuda, a toda la gente que está siendo expropiada de sus viviendas por una
banca sin escrúpulos. Se ríen de todo sus señorías porque tienen sus cuentas
repletas, ya casi no les cabe el dinero y viven en la opulencia como
profesionales de la política, años y años vegetando del cuento ante un pueblo
que pasa hambre y necesidades extremas para poder subsistir.
 
Son respetuosos
defensores de la monarquía, ocultan discretamente los “excesos” del monarca,  las corruptelas de algunos miembros de la Casa
Real, se mofan del pueblo alzado, de movimientos justos y democráticos como el
15M o el 25S. No les interesa que esto cambie y prefieren seguir medrando entre
los bastidores palaciegos con sus sueldazos, sus cochazos, sus líos, su
vergonzoso nivel de vida entre sesión y sesión de un parlamento secuestrado y en
manos de vividores millonarios. Un recinto donde no dejan entrar al pueblo a
ejercer su derecho a protestar y usan a su guardia pretoriana para apalear,
pisotear, abrir la cabeza a honradas personas mayores, a chiquillos menores de
edad que protestan contra una universidad vetada a los hijos de la clase
obrera. Mandan a sus esbirros a machacar, a humillar, a arrastrar por los
pelos, a lanzar balas de goma contra los que defienden la democracia, la
libertad y el fin del saqueo del estado.
 
El “Partido Único”
se aferra a un poder que da mucha pasta y que coloca y enchufa a sus familiares
y amigos, que impone a sangre y fuego abusos y reformas al dictado de los
vampiros de la troika, que machaca derechos constitucionales, que vive alejado
de la mayoría ciudadana, de una sociedad civil que contempla asombrada el modus
vivendi de una casta insaciable que saca jugosas tajadas de esta estafa de
crisis.
 
“No pasa nada
señores” diría Felipe González o su amigo José María Aznar, “cuando esto
termine todos viviremos a lo grande ganando millones en cualquier multinacional”.
Así es y así seguirá siendo, si no paramos con lucha y movilización constante el
mayor saqueo de la historia de esto que todavía algunos llaman “democracia”.