Llaman mucho la atención las imágenes tomadas desde cámaras de teléfonos, casi siempre las mismas, sin que se distinga donde fueron grabadas y emitidas con muy mala leche por los telediarios de máxima audiencia del mundo enriquecido. No debemos creernos nada, ya que al mejor estilo de los nazis primero manipulan y luego meten los bombarderos y los tanques, arrasando por ciudades enteras y dejando un rastro de cientos de miles de victimas, en su mayoría población civil. “Bueno, ejem, ejem” diría cualquier payaso-presidente europeo: “solo son daños colaterales”, niños y niñas muertos y destrozados por aviones asesinos, «pero claro nos mamamos un nuevo territorio soberano. Objetivo cumplido». «¡Viva la democracia y los derechos humanos!».
Hay que hablar claro y decir que en Siria existiría según estudios recientes una parte de las reservas de litio del planeta, material fundamental para las baterías de los móviles, además goza de una más que atractiva posición geoestratégica en el mundo árabe. Por todo esto hay tanto interés en derrocar a un gobierno políticamente incorrecto con los dictámenes siniestros del gobierno mundial del capital. Ahora el gobierno sirio es malo y dictatorial. Hay que derrocarlo, invadirlo y quizá también que la turba pagada con dinero manchado de sangre, asesine en las calles de Damasco a su legítimo y valiente presidente Bashar al Assad.
La reciente detención de 18 militares franceses infiltrados entre los supuestos rebeldes del autodenominado Ejército Sirio libre, en la ciudad de Homs, demuestra a las claras el enorme montaje para derrocar a un gobierno que no interesa a los intereses del negro-blanco nobel de la guerra Obama, de la fascista Merkel y de su bufón incondicional Sarkozy, personajes que encabezan la financiación de esta fuerza mercenaria y terrorista, desgraciadamente con dinero de parte de nuestros impuestos, para imponer su particular talón de hierro en un nuevo lugar del planeta.
Es impresionante y da verdadera grima el inmenso despliegue informativo sobre Siria, en su mayoría con informaciones altamente tergiversadas, mientras en otros lugares como en la “democrática” Colombia el estado asesina a miles de sindicalistas cada año, sin que nadie mueva un dedo en la hipócrita comunidad internacional. Son muchos los ejemplos como el del gobierno turco que masacra al pueblo kurdo con el beneplácito de la Unión Europea. El drama palestino pisoteado por el genocida gobierno de Israel. El pueblo saharaui aislado en un desierto y duramente reprimido en los territorios ocupados por la monarquía sanguinaria de Marruecos. Podría seguir y llenar páginas enteras de injusticias históricas donde nadie se moviliza. Los medios de desinformación no critican, no dicen nada, solo callan y en su silencio contribuyen al crimen y el saqueo de los territorios libres de esta Tierra ensangrentada.
La República Árabe de Siria sigue adelante en su lucha hasta la victoria o la muerte contra la barbarie del imperio, tal como han hecho y hacen otros tantos pueblos heroicos. Pase lo que pase ya han vencido, la historia y el tiempo implacable acabarán reconociendo tanto amor y patriotismo.
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