Allá en Chiapas abrigadas en su pasamontaña, ocultos sus rostros de luz para no dar pistas al enemigo más sangriento que gobierna con voces y gritos de hombre. Aquí en Canarias muchas pasan la vida fregando pisos sin contrato ni seguridad social, levantadas de madrugada en la cola de la guagua con frío o calor, buscando miradas entre el tumulto, enfermas del alma y solas ante la explotación y la miseria. Las dos ven pasar la vida entre sueños, flores, caramelos y caricias de sus niñ@s que se hacen grandes y parten, mientras ellas siguen el camino o se quedan en el umbral mirando como la noche inunda los rincones del olvido.
Este marzo debe ser de esperanza y lucha, de banderas y fragancias puras que parten del calor maternal y la ternura, de sueños imposibles hechos realidad en la rebelde Lacandona, en cualquier barrio empobrecido de mi tierra.
Espigas abiertas entre pañales, cadenas de eslabones ancestrales.
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Lo cuelgo en Facebook Querido amigo Paco. Salud…..
Muchas gracias amigo Antonio un abrazo y salud.