Amparados en creencias medievales, en un dios brutal, cruel y criminal con las personas empobrecidas, galopan elegidos por esa asquerosa mayoría silenciosa, que opta por un partido que condena a gran parte de la población a la miseria y el hambre.
¿Cómo puede un/a obrero/a votar por personajes tan siniestros, cuyo único objetivo es acabar con nuestras vidas, esclavizarnos y convertirnos en su particular ejercito desharrapado y triste?
La Iglesia Católica hace tiempo que abandonó la palabra de Cristo, ahora sus admirados prohombres son los integrantes de esta genial viñeta de pacogarabato.
¿Hasta que punto de la cremallera de la muerte seremos capaces de aguantar antes de hacer estallar la esperanza?
¿Alguien es capaz de poner más mierda sobre la mesa de la inmundicia?
Mucho ánimo amigo en estos momentos tristes que estás viviendo. La inmundicia la expulsaremos de nuestras vidas cuando todo arda, cuando el fuego reparador haga surgir de sus cenizas semillas verdaderas de clamor y leyendas heroicas. Mucha fuerza camarada. Teodoro K.