6 febrero 2025

Lo profundo del amor

Imagen: Foto de Diego tomada por el director de cine, Carlos Reyes Lima, durante el rodaje del documental "La memoria interior, los fusilados de San Lorenzo".

«Nunca nos recuperamos del asesinato del niño Braulio, destrozaron nuestra familia aquellos falangistas como quien arranca una flor del camino, lo peor es que lo nieguen esos criminales y sus actuales herederos, que nos traten de mentirosas por exigir memoria y reparación». Rosa García López

¿En tu II aniversario papá que mejor que una de tus entrevistas?

«(…) El asesinato de mi hermano Braulio se les fue de las manos, Tamaraceite era un clamor silencioso, nadie decía nada por miedo, pero todo el mundo sabía la barbaridad que se había cometido aquella noche de diciembre del 36, cuando entraron como fieras en nuestra casa maldiciendo, gritando, hasta que aquel falangista de la Brigada del Amanecer lo lanzó de cabeza contra la pared. Luego todo fue silencio, lo único que se oía en todo el pueblo eran los llantos de tu abuela Lola, no había quien la parara se volvió loca porque lo vio todo, lo vieron mis hermanos Paco y Lorenzo, lo vio mi tía Rosa García, yo también lo vi y se me ha quedado pa siempre ese dolor clavado en mi pecho. Tu abuela lloraba día y noche, llegaron a venir mujeres de los falanges a tratar de pararla con amenazas, hasta don Alberto el cura le pidió que dejara de llorar por nuestro señor Jesucristo y la Virgen del Pino, tenían miedo de que aquello pudiera convertirse en una revolución de lo vecinos, pero no pasó nada, todo el mundo se encerró, ya habían tirado por la Sima de Jinámar a más veinte vecinos del pueblo y no pasó nada, el primero fue un gran amigo y camarada de tu abuelo, Carlos Mortes Rufino, que era jefe de educación del Ayuntamiento de San Lorenzo y militante comunista nacido en Barcelona, casado con una mujer canaria de apellido Doreste, muchas veces estuvo en casa comiendo con nosotros, una vez me preguntó si ya sabía leer y le dije que si, entonces a los pocos días me trajo un libro de Julio Verne, «La vuelta al mundo en 80 días», todavía lo guardo, era un hombre muy bueno, muy culto, quería alfabetizar a todos los vecinos del pueblo, pa él la educación era lo primero en cualquier proceso revolucionario. Esa ley del silencio con el crimen del niño Braulio ha llegado hasta nuestros días, hay concejales hasta de izquierdas, de familias de gente rica canaria, con sus padres afiliados a Falange, con las manos manchadas de sangre, que siguen diciendo que nunca existió, que tu abuela se inventó ese crimen. Yo a esos les digo que son igual de criminales porque están matando al niño por segunda vez. Es triste pero es así, es lo que tenemos que pasar nuestra familia, nos siguen fusilando 80 años después, nos niegan desde Cabildo y Ayuntamiento de LPGC, con gobiernos de izquierdas, sacar a tu abuelo de la fosa común del cementerio de Vegueta, nos niegan la memoria y la reparación de nuestro bebé asesinado, con eso tendremos que vivir hasta que un día haya justicia y democracia de verdad en España…»

Testimonio de mi padre Diego González García, el 4 de enero de 2016, en su casa de Tamaraceite (Gran Canaria).

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