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El dictador en coche descubierto atraviesa Santa Cruz de Tenerife en 1950./ FOTO ANTONIO BENÍTEZ (AFHC-FEDAC)
«Mataban por matar, llegaban a cualquier pueblo y lo primero que hacían era violar a las niñas y a sus madres, luego fusilaban a los mayores de quince años, eso era Falange y el Ejército Español, junto a los psicópatas asesinos de la pederasta Iglesia Católica y los moros de Franco».
Juvenal Clemente Guerra
A Tina Viera Jimenez bloqueada durante dos días por expresar su opinión sobre los crímenes del franquismo en un grupo de FB.
En las Islas Canarias se produjo un genocidio brutal a partir del golpe fascista del 36, un Archipiélago que no fue frente de guerra se convirtió en un laberinto insular sin salida, donde sicarios de Falange, curas y un ejército español sedicioso, sacaron de sus casas y lugares de trabajo a miles de activistas y simpatizantes de la izquierda o simplemente demócratas para ser torturados y asesinados salvajemente.
El General Franco encabezó el Holocausto español dejando un reguero de muerte tras el final de la contienda armada en 1939, acabando con los sueños de millones de familias que veían en la República una esperanza de cambio social, de educación liberadora y gratuita, de voto femenino, de cultura para todos, Reforma Agraria, de respeto a la autodeterminación de los pueblos, mejora generalizada de las condiciones de vida de la clase trabajadora y otros logros históricos que la dictadura fascista truncó, condenando a los pueblos del estado español a 40 años de oscuridad, más las restantes décadas de propina monárquica, para que los mismos asesinos de lesa humanidad y sus herederos siguieran robando y vaciando las arcas públicas.
En Canarias se produjeron miles de asesinatos de estado desde la noche del sábado 18 de julio del 36. Cientos de lugares de exterminio siguen repletos de huesos destrozados por el maltrato sobre las personas detenidas.
Aun hoy en día hay energúmenos que justifican estas atrocidades; o que simplemente guardan silencio y encubren la matanza premeditada sobre un pueblo desarmado.
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