«Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente; enfrentar solo los hechos de la vida y ver si podía aprender lo que ella tenía que enseñar. Quise vivir profundamente y desechar todo aquello que no fuera vida… Para no darme cuenta, en el momento de morir, que no había vivido.»
Henry David Thoreau
En la paz de los bosques encuentro lo que no me da el sucio asfalto, el humo de los coches y el bullicio. Lo más cercano a la armonía es entretenerse observando la lucha de las golondrinas entre las ráfagas de viento, la serenidad de las águilas, el silbo protector de los jilgueros, el juego infinito de los gorriones. Hoy tras desbrozar y dejar la hierba preparada para seguir resguardando y creando vida. Ovejas negras entre los herbicidas y otros venenos que no dejan florecer la vida.
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