«Lo mejor que el fútbol me dio fue la oportunidad de conocer a los seres humanos. Conocí a personas que sufrieron muchísimo y también conocí el otro lado de la sociedad, los que lo tienen todo. Pude ver las dos caras de la sociedad en la que vivimos».
Sócrates de Souza
También hay que decirlo tras el esperpéntico espectáculo de este íntimo amigo de Abascal y de Vox, simpatizante de Albise Pérez, un maleducado que desprecia el saludo de un presidente, sea del partido que sea, pero que se parte el cuello en su genuflexión ante unos reyes que no eligió nadie.
No todos desafortunadamente son como los humildes pibes hijos de migrantes o algunos, sobre todo vascos, que se notaba en sus caras de vergüenza ajena lo que sentían viendo y oyendo sus cantos patrióticos del ¡Gibraltar español!
Sin entrar en el detalle y la profundidad de que si ultras como Carvajal quieren la colonia británica que la invadan si se atreven. O que reclamen a los Borbones, que fueron los que pactaron su entrega a Inglaterra a cambio de la corona española.
En fin que estamos ante una mayoría de millonarios sin cabeza que hacen mucho daño y deshonran la práctica deportiva, con el añadido de exabruptos y consignas durante la fiesta de un sector del público tan denigrantes como la de ¡Lamine Yamal, come jamón! Triste.
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