6 febrero 2025

Diego desde el silencio

«Destrozaron nuestra familia con el crimen del niño y luego de mi padre fusilado, jamás podremos recuperarnos de ese dolor, de todo el daño que no hicieron…»

Diego González García

Un día como hoy Diego, mi viejo del alma, partiste después de nuestra última noche juntos, yo a tu lado, tú en la cama del hospital entubado y con la bendita sedación en aquella habitación que por humanidad ceden a las personas moribundas y a sus familias. Fue una madrugada que no paraste de moverte aferrado a la vida, te costaba partir, dejabas aquí tantos asuntos pendientes: justicia para tu hermano asesinado salvajemente con apenas cuatro meses por los falangistas en tu casita de Tamaraceite, para tu padre, mi abuelo, fusilado meses después en el paredón de La Isleta y que aún vergonzosamente sigue en la fosa común del cementerio de Vegueta en Las Palmas GC, también por la hija, la nieta que nos quitaron y que te costó esa dura enfermedad, que llenó la casa de tristeza, de soledad, de ausencia en tus últimos años y que destrozó nuestras vidas, aún tengo graves secuelas psicológicas por esa enorme pérdida. Seguimos resistiendo.

Hoy quiero recordarte papaíto como cada año por estos días de octubre de 2024, donde aún mantenemos la esperanza de exhumar los restos de Pancho para que reposen contigo en el cementerio de San Lorenzo. Estoy seguro que lo conseguiremos y que tú como tantos fantasmas queridos sigues con nosotros en esta lucha por la dignidad de la memoria y la reparación.

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