«Mugía el toro de dolor, bramaba de dolor, llenaba el aire, clamaba al cielo en vano. Los peones lo mareaban con los capotes. Y de repente miró hacia mí. Con la inocencia de todos los animales reflejada en los ojos, pero también con una imploración. Era la querella contra la injusticia inexplicable, la súplica frente a la innecesaria crueldad…»
Antonio Gala
¿Cómo se desarrollan los instintos asesinos mas aberrantes? ¿Porqué existen personas sin empatía ante el sufrimiento extremo de un ser vivo y sintiente?
Son preguntas que siempre me hago al ver la crueldad de seres humanos sobre otras especies y que en el estado español son la tónica general y la normalización de un comportamiento asesino organizado para la diversión y el ocio de mentes enfermas.
Para mí la misma ignorancia y sadismo, idéntico odio ancestral que llenó España de fosas comunes desde el 36.
La presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Diaz Ayuso acaba de levantar la prohibición del toro embolado, una práctica erradicada hace 30 años por ser considerada un gravísimo»maltrato».
El Gobierno madrileño prepara una reforma del reglamento de espectáculos taurinos que también permitirá la reutilización de animales en varios festejos y abre la puerta a carnicerías criminales sin arraigo en la región.
Pareciera y es una opinión muy personal que quizá no guste a muchos, que a falta de personas a quien maltratar salvajemente se entretuvieran por ahora con inocentes animales.
Más historias
También la vida
80 años de la liberación de Auschwitz, el mayor campo de exterminio nazi
Godismos