Pareciera que las miles de familias que han perdido a sus seres queridos no existieran, que todo es aplauso, farándula y baile en los balcones, una España de pandereta sin sufrimiento con casi 20.000 muertes.
En cualquier televisión lo que aparecen a todas horas son los aplausos, los cánticos y broncas del balconeo más hortera que se ha visto, la exhibición de una farsa que tapa las heridas de un país destrozado en su yugular económica y social, desangrado desde mucho antes de la pandemia, que ahora sufre los recortes sociales, los pelotazos, la generalizada corrupción política, la tristeza de contemplar el más de medio millar de fallecimientos diarios, las miles de personas mayores sin respiradores, sanitarios sin medios y contagiados masivamente.
En este esperpento ya vale todo, con los militaruchos llenos de galones y medallas cada mediodía en ruedas de prensa interminables hablando estupideces, de como sus soldados o policías detuvieron a unos pobres malotes que robaron treinta kilos de naranjas, que una mujer medio loca les escupió para pegarles el puto virus a unos agentes de la autoridad, etc y etc, toda una sarta de sandeces más propias de un reality show que de la exposición de un gobierno serio sobre la muerte de miles de sus conciudadanos.
Se omite el dolor de las familias, no se ven en casi ningún medio de comunicación, solo los aplausos, lo bailes de siempre, el «Resistiré» que ya lo cantan hasta las Borbonas, seguramente ignorando que esa canción la compuso un comunista encarcelado por el fascismo español.
Nos espera la represión más brutal desde la dictadura fascista, lo están logrando con nuestro aislamiento, con que aceptemos todo lo que nos imponen, que acatemos cada directriz mientras sinvergüenzas como Aznar o Rajoy se saltan el confinamiento de forma flagrante sin que nadie, ni policías, ni jueces, ni gobernantes los sancionen.
Las consecuencias de este colapso serán imprevisibles, lo pagará la clase trabajadora como siempre, por eso están tan nerviosos sus censores en las redes sociales tratando de boicotear cualquier comentario o reflexión que se salga de lo políticamente correcto, son como fieras desatadas protegiendo a sus amos, se hace muy complicado el panorama, los gobernantes no estarán jamás a la altura de un pueblo que necesita cambios estructurales y no la inexistencia de sensibilidad, empatía, cordura, políticas que beneficien a los sectores más desfavorecidos, la única salida será revolucionaria.
El problema Pako es que la salida revolucionaria la veo difícil, no hay organización que la encabece
Gracias por el comentario Carmen, también la veo difícil pero es la única salida y soy consciente como tú que no hay organización que encabece nada más que tener un sueldazo y venderse al régimen. Ya lo estamos viendo en España. Pero la situación llegará a unos límites que será necesario organizarnos y combatir el capitalismo de la forma que sea hasta destruirlo, de lo contrario estaremos perdid@s. Te mando un saludo cordial.