“… una india enferma, viendo que no podía huir de los perros, que no la hiciesen pedazos como hacían a los otros, tomó una soga y atose al pie un niño que tenía de un año y ahorcóse de una viga, e no lo hizo tan presto que no llegaran los perros y despedazaron el niño, aunque antes que acabase de morir lo bautizó un fraile.”
Fray Bartolomé de las Casas
Los insultos, ataques y ridiculización por parte de medios de comunicación, tertulianos, políticos de distintos colores, a la petición de perdón a España y a la Iglesia Católica «por los abusos cometidos durante la conquista», ejercida por parte del presidente de la República de México, Andrés Manuel López Obrador, viene a demostrar como en esta triste España en blanco y negro se sigue sin reconocer los holocaustos y genocidios en lo que la llamada «Madre Patria» ha estado metida hasta el cuello, siempre con las manos manchadas de sangre inocente.
Que poco costaría tener la humildad necesaria para reconocer dichos abusos, no solo con el hermano pueblo de México, sino en las Islas Canarias y todo el continente americano, donde fue la Corona de Castilla y el Vaticano los responsables directos del exterminio de millones de indígenas, de asesinatos, violaciones, torturas y destrucción de culturas milenarias, tan solo por intereses económicos, imponer la sangre y el crimen como modo de vida durante más de 500 años de «Encubrimiento de América».
Allí nadie descubrió nada, allí estaban esos pueblos ya viviendo bien o mal durante miles de años, culturas avanzadas y no tan avanzadas, justas o menos justas con sus pueblos, pero que no merecían ser destruidas y asesinadas.
El mandatario dijo que, en 2021, año en el que se cumplen 500 años de la caída de Tenochtitlán, es un buen momento para que se acepte la comisión de errores y en el mejor de los casos pedir perdón con el objetivo de reconciliar a ambas naciones.
Ese perdón es más que merecido, aunque sabemos que no lo pedirán jamás, como tampoco lo han hecho con el genocidio franquista, pero al menos no se burlen de un presidente que exige justicia histórica con millones de seres humanos asesinados desde 1492.
Más historias
También la vida
80 años de la liberación de Auschwitz, el mayor campo de exterminio nazi
Godismos