«No debiera arrancarse a la gente de su tierra o país, no a la fuerza. La gente queda dolorida, la tierra queda dolorida. Nacemos y nos cortan el cordón umbilical. Nos destierran y nadie nos corta la memoria…»
Juan Gelman
Exilio es sentirse sin identidad, no entender a la gente que te rodea, como verte en un entierro avanzando entre la multitud y sentirte invisible, que el muerto eres tú aunque puedas caminar entre el frío y la lluvia, exilio es pensar en tu muerte y en que nadie acudirá al ritual de la absurda despedida, sentirte maldito en la lejana tierra que te vio nacer, que por todo lo que has luchado no ha servido de nada, exilio es el viento que atraviesa tu pecho y llena tus pulmones de tristeza.
Mirar a tu alrededor y no ver rostros familiares, solo mascaras inertes, ojos que no sonríen, sino que te juzgan sin conocerte.
Exilio es no querer volver jamás a la tierra donde quedaron tus ancestros, aquel viejo cementerio pequeño y frío.
Allí reposa enterrada una parte indefinible de mi corazón.
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