6 febrero 2025

Hambre infantil y corrupción política en Canarias

Imagen de la red.

Dos de cada cuatro niñas y niños de Canarias sobreviven en el umbral de la exclusión social según el último informe 2017 de Unicef para las islas, mientras los diputados del Parlamento de Canarias se suben el sueldo y siguen viviendo por el lado más bestia de la vida, vale todo con tal de lucir sus modelitos, sus cochazos, sus chalecitos y otros vicios caros, innombrables, que mejor omitir por la vigilancia de la policía del régimen español que los protege.
 
Un 49,4% por ciento de los niños canarios, más de 150.000 sufren de hambre y miseria generada por políticas neoliberales y criminales de los gobiernos central y autonómico. Unas políticas basadas en el enriquecimiento ilícito de constructores, empresarios y otros donantes de sobres a políticos corruptos, las que conducen a quienes deben representar un futuro de esperanza para esta tierra a la absoluta miseria, el hambre y la desnutrición.
 
El mismo informe presentado en la ULPGC habla de que Canarias es la región con mayor porcentaje de niños que viven en hogares con carencia material severa -el 11,7% frente al 7,1% estatal- y con baja intensidad laboral -28% frente al 11,6% general-.
 
Cifras espeluznantes que muestran un mal llamado “paraíso tropical”, gobernado por sátrapas, capaces de todo para seguir llenando sus cuentas corrientes con el dinero destinado al bienestar de la clase trabajadora, a sus derechos sociales, a la sanidad, a la educación pública, a los servicios sociales, a que ni una niña, ni un niño de esta tierra siga
pasando hambre.
 
Cada día me cuesta menos llamar terroristas de estado a quienes ejercen la política para llenarse los bolsillos, importándoles una mierda que cientos de miles de menores canarios sobrevivan en el empobrecimiento severo, el fracaso escolar, la desesperación, la tristeza de vislumbrar un futuro de mafias organizadas ocupando lujosos despachos, pregonando a los cuatro vientos como hace el presidente Clavijo y sus secuaces que Canarias sea el nuevo Singapur, ahí están las cifras, ahí los datos, ahí las niñas y niños desmayándose en los colegios por no haber cenado ni desayunado.

About The Author