» En el odio nazi no hay racionalidad: es un odio que no está en nosotros, está afuera del hombre, es un fruto venenoso nacido del tronco funesto del fascismo, pero está afuera y más allá del mismo fascismo.»
Primo Levi
Friederike Luise Thyra Viktoria Margarete Sophie Olga Cecile Isabelle Christina. Federica de Hannover, más conocida como Federica de Grecia, tras su boda con el monarca griego amigo de Hitler, Pablo I, abuela nazi del actual rey español Felipe VI. En la foto con el uniforme de las Juventudes Hitlerianas junto a dos familiares directos.
Este es el pasado de la familia real que ejerce el poder desde la jefatura de estado, por eso llama la atención que los sucesivos gobiernos de España, incluso el actual, nos traten de vender el surrealista sainete de la «Monarquía Parlamentaria». Jamás puede ser democrático un país con una Casa Real que nadie eligió, encima con un pasado tan negro, entre cruces gamadas, yugos, flechas y holocausto.
El nazismo inundó de millones de cadáveres toda Europa, el franquismo que tanto monta, monta tanto, sembró de fosas comunes y cunetas con medio millón de asesinatos de estado cada rincón de España. Nada tiene sentido en este triste territorio del Sur de Europa, tal vez por eso han muerto en la cama tantos genocidas, quizás por lo mismo los torturadores policiales siguen impunes, protegidos por el estado, aunque estén reclamados por la justicia internacional por crímenes de lesa humanidad.
El genoma humano es hereditario, solo se puede alterar por mutaciones y el medio social que se viva.