«La mediocridad y la ignorancia van unidas a la corrupción y la delincuencia organizada».
Pedro Garfio
La boda del “Carapolla”
Una de las primeras decisiones que tomó el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, cuando llegó al Palacio de Cibeles fue paralizar el memorial que la anterior corporación había empezado a construir en el cementerio de La Almudena como homenaje a los represaliados por el franquismo entre 1939 y 1944, entre otras acciones de odio y humillación hacia las familias de las cientos de miles de personas asesinadas por el franquismo en “tiempo de paz” tras el final de la guerra de resistencia al fascismo en 1939.
La boda del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, con su novia, Teresa Urquijo y Moreno, que se celebrará este 6 de abril en la exclusiva iglesia San Francisco de Borja de la capital ante 500 invitados, va camino de convertirse en uno de los actos sociales más mediáticos del año. Estará la plana mayor del partido de la Gürtel, la casta empresarial, junto al presunto corrupto rey Emérito, auto exiliado en los Emiratos Árabes Unidos para evadir los procesamientos por distintas tramas, más Froylan desarretado y casi toda la Casa Real.
La barra libre será de nueve horas tras la ceremonia por lo que el fiestuki millonario superará todos los parámetros de la juerga patria; y no se porqué me suena a la famosa boda de la hija de Aznar, donde una buena parte de los pomposos invitados acabaron unos años después en la cárcel por distintos procedimientos judiciales de corrupción.
Siento llamarle “Carapolla” pero es como le llama lo que esta gente rica considera “populacho”, igual no es muy “educado” ni correcto por mi parte, pero no puedo evitar haber nacido y criado en un barrio obrero.
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