«(…) Las olvidadas las escondían pan en el mimbre las perseguidas y señaladas en todo el pueblo, las exiliadas, las que jamás volvieron a ver correr a sus hijas…»
Pedro Pastor – Los olvidados
“(…) Me llegaban noticias al Penal de Santa María donde cumplía Cadena Perpetua a través de camaradas de Las Palmas que venían presos, de que tu abuela Frasquita estaba pidiendo limosna con los cuatro chiquillos por Triana y Vegueta. Nos dejaron sin ingresos al encarcelarme por mis ideas aquella madrugada del 36 en Tamaraceite, me acusaron de “adhesión a la rebelión”, cuando los rebeldes era toda aquella camarilla de fascistas que asesinaron en menos de cinco años a miles de canarios. Frasquita la pobre a la que no daban trabajo; y tu madre Lola que no había cumplido los ocho años sacaron palante a toda la familia durante los doce años que falté y los siete que me pasé en cama por aquella tuberculosis que casi me cuesta la vida…”
Testimonio de mi abuelo Juan Tejera Pérez, recabado en junio de 1977.
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