«(…) Si tu signo es jugar, juégalo todo: tu camisa, tu patio, tu salud; si tú debes jugar de cualquier modo juega bien, con virtud. Pero, ay amor, ay amor, no te juegues el corazón…»
Silvio Rodríguez Domínguez
Para este hombre no hay GRAMMY que valga, demasiado combativo, es el precio de escribir y crear música que remueve conciencias, defendiendo de forma crítica un mundo nuevo, una revolución, otra forma de amar. Esos premios se dan en buena parte a quienes sostienen el sistema desde el reaccionarismo, el silencio cómplice ante los genocidios del imperio, sus bombas sobre hospitales destrozando niños inocentes, la música comercial infumable y el fomento de la incultura. Zurrón del Aprendiz – Silvio Rodríguez merece por ejemplo un Nobel de Literatura como Bob Dylan. Sembrando esperanza, componiendo sencillamente algo tan bello:
“Debes amar la arcilla que va en tus manos. Debes amar su arena hasta la locura. Y si no, no la emprendas que será en vano. Sólo el amor alumbra lo que perdura. Sólo el amor convierte en milagro el barro…”
El verdadero premio, el más justo, es siendo realistas continuar exigiendo lo imposible.
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