6 febrero 2025

Serenata triste de memoria

«No tenían compasión, sacaban a los hombres de los barracones del cuartel de La Isleta en Las Palmas GC y los llevaban en grupos de cinco ante al paredón de fusilamiento, les daba igual que fueran casi niños o padres de familia numerosa, el caso era matar, generar, dolor, destruir lo mejor de un pueblo, luego venía la procesión de cadáveres en el camión con reguero de sangre por toda la ciudad hasta la fosa común del cementerio de Vegueta.»

Celedonio Santana Grimón

Cuando pusieron a mi abuelo frente al pelotón de fusilamiento yo aún no había llegado a la Tierra. El sonido de las balas quedó como un trueno incrustado en nuestros corazones, angustiosamente entre ese triste olor a pólvora sigue vibrando como una pesadilla en lo profundo de nuestras voces silenciadas, nos hace tiritar tantos años después, como si fuera esto normal en una denominada “sociedad democrática”.

Se llevaron los sueños de un hombre de 41 años y a la vez cercenaron nuestras ilusiones y esperanzas. Ese asesinato como el de cientos de miles en esto que llaman España dejaron en el desamparo a tantas familias que aún hoy siguen desoladas, abandonadas por los gobiernos que se llenan la boca hablando de justicia y memoria, mientras más de ciento cincuenta mil semillas de los pueblos continúan confundiendo sus huesos con el barro.

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