Imagen de la red.
Cifuentes dimitida por robar en un supermercado con vídeo incluido, filtrado por sus propios compañeros de partido al periódico ultraderechista OKDIARIO. Lo más curioso de todo es que no dimite por falsificar un máster o por otras presuntas irregularidades y saqueos sino por dos cremas de veinte euros cada una.
La banda franquista no tiene escrúpulos, ya lo pudimos comprobar en León cuando acribillaron a balazos a su jefa por otra cuestión de dinero, enchufes y poder, en Canarias tuvimos hace unos años el caso del dirigente popular dimitido Bravo de Laguna, ahora líder de Unidos por Gran Canaria, cuando lo cogieron robando un pijama en Londres.
Paradójico que los pillen y los hagan dimitir por su extraña cleptomanía patológica, pero no por cepillarse millones de euros de dinero público, cobrar en sobres, mamar comisiones ilícitas, evadir capitales a paraísos fiscales, privatizar todo lo público a cambio de prebendas y maletines repletos de billetes de quinientos euros.
Esto es lo que hay en la siniestra botica de la marca España, pero ya el régimen tiene preparado el recambio natural, viene la nueva Falange de Cs dispuesta a todo, se avecinan más escándalos, más pelotazos, más represión, más recortes salvajes, mientras a quienes les votan se les cae la baba de gusto viendo cómo se enriquecen a costa de nuestra miseria, del hambre infantil, de las personas desahuciadas de sus viviendas, del sufrimiento y el dolor de la mayoría de una población manipulada por la falsimedia, la que nos vende diariamente que estos ladrones son gente honrada.
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Esta pájara de cuenta que tuvo tantos años a su marido en busca y captura sabe mucho y manga mucho. Esperanza Aguirre se estará corriendo de gusto si es que le queda libido después de tantos robos y saqueos. Esto es el PP, esto es la mafia franquista sin duda.
Que largo se hace el franquismo…
La gentuza de la gaviota en su máximo esplendor, el robo es su consigna, la masacre de la clase trabajadora su objetivo mayor ¿Cuándo llegará ese día en que galopemos y galopemos hasta enterrarlos en el mar?
El criterio es condenar al pobre y no al rico, la obligan a renunciar por el robo mínimo. Es ejemplificador para el ladronzuelo, pero nunca se meten con el verdadero ladrón.
Cuidado con lo que, al parecer, se nos viene encima (C's). Albert Rivera es un tonto manipulable con nula iniciativa propia (no hay más que observar su comportamiento y su propia sorpresa: ¡Joder, he llegado hasta aquí!) Pero a Fernando de Páramo y Juan Carlos Girauta les rezuma un voluntarioso fascismo por todos los poros. Ay si cualquiera de ellos llegara a comandar el ministerio de interior…