
Imagen tomada de la red.
“La historia es nuestra y la hacen los pueblos”
Salvador Allende
Un nuevo 11 de septiembre donde me viene el recuerdo del final de tanta esperanza, todo Chile tomado por militares fascistas pagados por los Estados Unidos. Europa como siempre vendida al Imperio de la muerte celebrando otro genocidio, uno más de los muchos durante los últimos siglos. La gente empobrecida no tiene derecho a la felicidad sino al yugo explotador del capitalismo, no pasa nada seguimos sin aprender dónde está la verdadera maldad, la santa inocencia, un pedacito de las gafas de quién repartía leche en las poblaciones humildes, mientras mataban a miles y torturaban en oscuros centros de detención el precio del cobre se multiplicó por cien, ya no había camiones de leche recorriendo las calles rotas de las personas olvidadas.
Hoy en día los gobiernos de España siguen ejerciendo de lacayos de quienes han superado a los nazis en crímenes de lesa humanidad, es el mundo libre, la cultura del gringo, cuna de la libertad con las barras y estrellas manchadas de sangre. No hay problema en seguir financiando al nazismo con el dinero de nuestros impuestos, papá yanki lo exige, toca obedecer, el patio trasero huele a vísceras y a cuerpos destrozados, la OTAN armada hasta los dientes, “preservando la democracia”, dicen, las gafas de Salvador parecen mostrar la lente de la infamia, la lección jamás aprendida, el suspenso colectivo en la asignatura de historia.
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