
Pablo Picasso: Madre con niño muerto (IV). Dibujo preparatorio para «Guernica»
«El asesinato de Braulio fue un escándalo en Tamaraceite, todas las vecinas estábamos destrozadas por no poder acercarnos a darle el pésame a Lolita, la casa la vigilaban día noche aquellos perros de Falange, ni siquiera permitieron que tuviera una misa o una tumba».
Felisa León Travieso
«(…) A mi hermano Braulio lo mataron la misma noche de Navidad en Tamaraceite, estaban como fieras buscando a tu abuelo que andaba evadido por San José Álamo escondido en una cueva, por eso llegaron dando gritos y golpes en la puerta, sonó un disparo y mataron al perro podenco que estaba en la puerta metido en su choza, en ese instante entraron como una exhalación, golpeando a tu abuela en la cara con un revolver rompiéndole la nariz, luego levantaron los colchones, tiraron al suelo las camas, el pequeño ropero donde guardábamos la escasa ropa que teníamos.
Fue en ese momento cuando el niño que dormía comenzó a llorar, entonces uno de los falangistas que era del pueblo, lo sacó de la cuna agarrado por las piernas y lo golpeó contra la pared rompiéndole la cabeza. Todo se llenó de sangre, tu abuela se lanzó sobre los falanges como una loca, gritando que habían matado al niño, entonces le dieron un golpe en la cabeza con la culata de un máuser dejándola inconsciente, mis hermanos y yo no parábamos de llorar, de gritar, no nos creíamos lo que estábamos viendo, luego esposaron a tu tía Rosa y se marcharon como asustados sabiendo que habían asesinado a un bebé.
Luego tu abuela y Rosa lo llevaron todavía vivo envuelto en una manta a un médico que había en Guanarteme, el hombre les dijo que no había remedio, que se moriría en unas horas.
Ya por la mañana estaba en su cunita y la cara muy blanca, sus manitas muy frías, fue cuando vimos que había dejado de respirar…»
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