
Imagen de Matías López Morales y la portada de "Señales del alba", mi último libro.
Los/las que habitan mi último libro, «Señales del alba» (2022).
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Matías López Morales, fue fusilado junto a mi abuelo Pancho el lunes 29 de marzo del 37 a las cuatro de la tarde. El tenaz intelectual majorero con apenas 25 años mantuvo la entereza hasta la detonación de los disparos del pelotón, militante comunista tuvo tiempo de dejar escrito su último mensaje a la clase trabajadora una hora antes de la ejecución:
“Próximo a ser asesinado quiero saludar al pueblo canario, a los trabajadores españoles y del mundo entero. No me pesa morir como, cuando y por quien muero. Sólo siento la gran satisfacción de haber cumplido hasta el fin con mi deber de hombre consciente, de combatiente de la Internacional Comunista, de hijo honrado del pueblo español. Muero satisfecho. Nuestro es el triunfo. Que tiemblen mis verdugos, que tiemblen los traidores. Que tiemblen los que han obligado a mi pueblo a comer tunera. La hora de su derrota ha sonado…”
Casi de mi familia era como si fuera el hijo mayor de mi abuelo que tenía 41 años en el instante del asesinato, muchas veces comía en casa junto a mi abuela Lola, mi tía Rosa, mi padre y sus hermanos en la humilde casa de Tamaraceite. Tantos buenos momentos compartirían en aquellos años de esperanza revolucionaria.
Matías, ajedrecista empedernido, artista, pintor, escultor, está presente en mi nuevo libro, “Señales del alba” (2022), habita en cada página como ejemplo de valentía y coraje, de heroico combatiente por la causa noble de la liberación de los pueblos.
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