Al paso de la bandera

«El imperialismo surgió como desarrollo y continuación directa de las propiedades fundamentales del capitalismo».

Vladimir Ilich Uliánov 

Un acto heroico parte de convicciones profundas, como verse rodeada de nazis que le roban la bandera de sus padres y le ofrecen a cambio comida, pero la anciana prefiere esperar el paso de los que ella considera portadores de la fragancia que liberó a su pueblo del horror.

Me viene a la memoria el instante del fusilamiento de Matías López Morales, un lunes 29 de marzo del 37 en Las Palmas GC, como le pidió con palabras dulces a sus camaradas destrozados, entre ellos mi abuelo Francisco, que no le dieran el gusto a la canalla falangista de verlos llorar, que alzaran la cabeza, que se pusieran delante del pelotón alzados por la liberación de su pueblo. Esa valentía indescifrable viene de un profundo acto de amor, como bien dijo un tal Silvio en su Tonada del albedrío:

“(…) Y dijo el «Che» legendario/Como sembrando una flor/Al buen revolucionario/Sólo lo mueve el amor/Sólo lo mueve el amor…”

Por gente así me sale del corazón una fuente inagotable de ternura, da igual la bandera, siempre y cuando defienda la luz de la justicia, la inmensa fraternidad de los pueblos.

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Francisco González Tejera

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