Imagen sacada de la red
«La naturaleza no es un lugar para visitar. Es el hogar.»
Gary Snyder
La nueva edición 2023 de Fitur, Feria Internacional del Turismo, sirve en el caso de Canarias para seguir mostrando una imagen tergiversada y perversamente ridiculizada al mejor estilo de la dictadura fascista de nuestras tradiciones culturales, de la identidad y la idiosincrasia popular arrasada por la corrupción política generalizada, los tractores y excavadoras sobre los elementos que configuran la memoria de un pueblo que sobrevive en la miseria, con sobrecogedores datos de empobrecimiento extremo y exclusión social: desempleo, desahucios, hambre infantil, suicidios por motivos económicos…, que baten de forma vergonzosa récords europeos aunque sean islas africanas.
En su feria el stand isleño siempre es el más grande, siempre es el más caro, allí llueve el caviar, el champán francés, el ron añejo, sus platos selectos de alta cocina, los innombrables vicios caros, las fiestas en su zona Vip todo gratis para políticos, empresarios del destrozo ambiental, famosetes de medio pelo, algún Borbónico cabra loca y bien pagados técnicos y funcionarios palanganeros.
En el Archipiélago nada ha cambiado, el ecocidio continúa reventando playas y barrancos ante el silencio de la comunidad internacional que saca buena tajada de los 25 millones de turistas al año, cuya inmensa afluencia con un cien por cien de ocupación en hoteles y apartamentos del todo incluido, no repercute en mejoras sociales para la clase trabajadora, se sigue como en los años 60 robando todo el dinero que genera esta apocalíptica masacre natural.
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